TITULO: Lotina: Ya puedes irte despidiendo
Remite: José Javier Echeverría, Presidente Peña “Moisés”.
Aunque no te conocía personalmente, no pasó mucho tiempo desde tu llegada a Pamplona que comenzó mi admiración hacia tu persona, a tu forma de ser, a tu forma de entender el fútbol. Esta admiración ha ido creciendo con el tiempo, y no por los muchos logros en tu trabajo sino por tu fragilidad como persona.
“Fragilidad” , que no debilidad, dada tu capacidad para salir de las malas situaciones apoyándote en los tuyos y siendo fiel a tus ideas. Espero que actúes de esta manera en estos duros momentos que seguro estás pasando ahora.
Cuando hablo de “duros momentos” no me estoy refiriendo al desproporcionado incidente con Pipa Gancedo o la desagradable trifulca con el socio en Tajonar, sino a esa sensación que se respira en las proximidades de Osasuna. Personas con ganas de que las cosas vayan “un poquito mal” para clavar su estilete envenenado en tu “rojillo” corazón. En esas condiciones cualquiera puede perder los papeles. Pero son pocos los “cobardes” que tienen el valor para reconocer cuando se han equivocado y luego pedir perdón por ello.
Tal vez para ti, lo que ha ocurrido esta semana no haya sido más que un escape de vapor más, ese que, llegado el momento, una olla a presión debe soltar para poder, a continuación, seguir con su trabajo. En cambio para mí, ha sido un toque de atención que me lleva a escribirte esta carta y decirte en ella, al igual que haría con mi mejor amigo, lo que nunca hubiera deseado: “ Miguel Ángel, es hora de que te vayas despidiendo” .
Que conste, que te lo digo a pesar de que yo no quiero que te vayas y de que creo que tu marcha será un error para el futuro de Osasuna, que no tardaremos en lamentar. Lo hago por ti, porque considero que no te mereces el trato que estas recibiendo, sobre todo después de todo lo que has hecho por Osasuna.
Cuando digo que ”no te lo mereces por lo que has hecho por nuestro club” , no me estoy refiriendo ni al ascenso a Primera División, ni a que consiguieras la permanencia con lo que disponías. Valorando en su justa medida estos logros, yo me quedo con tus enseñanzas respecto al fútbol: demostrar que es posible que los equipos modestos no deben renunciar de antemano al buen fútbol, a jugar con criterio, a mantener la posesión del balón, al orden defensivo, a la ocupación racional del terreno de juego.....
No entiendas tampoco, que al decirte “que te vayas despidiendo” es porque quiero que presentes tu dimisión. Mi recomendación es que sigas trabajando durante toda esta temporada, si te dejan, igual que como lo venías haciendo durante estos dos apasionantes años. Pero que anuncies lo antes posible que el año que viene, acabado tu contrato con Osasuna, no seguirás con nosotros. Como sospecho ya tienes decidido.
Si sigues mi consejo, te adelanto que conseguirás varios objetivos positivos: quitarás algo de presión sobre tu persona de todos aquellos que quieren que te marches ya; podrás planificar tu futuro próximo con tiempo suficiente; evidenciarás de cerca los muchos que estamos contigo de verdad.
Por último, yo que en su momento también adelanté mi despedida como ahora a ti te aconsejo que hagas, puedo decirte que es lo más parecido que existe a ese deseo expresado por muchos de poder estar vivo en tu propio funeral, siendo testigo de primera mano de lo que ocurre alrededor de tu cadáver.