GESTORA DE OSASUNA, OPORTUNIDAD PERDIDA…

Firmado José Javier Echeverría Barbarin

Leo con desilusión en la prensa local que El pleno del Parlamento de Navarra ha ratificado este jueves por UNANIMIDAD el Decreto Ley aprobado por el Gobierno Foral el pasado 18 de junio que permitió a la Asamblea de Osasuna designar una Comisión Gestora temporal sin tener que recurrir al sorteo entre los socios.

Soy consciente de que una vez se llevó a cabo la modificación por decreto de la Ley del Deporte de Navarra que evitó ese sorteo y permitió a la Asamblea General Extraordinaria de Osasuna la designación el pasado viernes de una gestora presidida por Javier Zabaleta, parecía poco razonable que el Parlamento diera marcha atrás a la decisión “urgente” del Ejecutivo Foral de impedir que un grupo de socios “cualesquiera” accedieran, por puro azar, a desempeñar la gestión temporal y, no lo olvidemos, transitoria de Osasuna.

Pero a uno que le gusta llevar la contraria por deporte, le sorprende que con el espíritu revuelto por el renacido debate sobre el tipo de jefatura de estado para nuestro país, monarquía o república, nadie se haya planteado las ventajas del “sorteo” como forma de selección, frente a la “elección” por parte de la Asamblea de Compromisarios de la Comisión Gestora de Osasuna.

Oportunidad perdida, pensaran grandes filósofos como Aristóteles, Montesquieu o Rousseau, desde sus tumbas. Quienes veían en esos “sorteos” la forma más democrática de selección institucional, frente a las actuales “elecciones” que, ya desde la antigua Grecia eran conscientes que favorecerían a los más ricos, a los más elocuentes y a los más famosos. Que poco hemos cambiado…

La asignación aleatoria de una responsabilidad a un individuo que puede o no ser competente tiene riesgos obvios, pero el sistema incluía algunos mecanismos para evitar estos posibles problemas. Al igual que aquellos griegos seleccionados por sorteo, los componentes de esa Comisión Gestora fruto del azar desarrollarían su labor como un equipo. En un grupo lo más habitual es que alguien conozca la manera correcta de hacer las cosas, o como diría un amigo mío, por pura estadística seguro que alguno de los elegidos tiene aprobado el “bachiller”.

Y si no, que los señores Vizcay, Maquirriain y Vasilevic resuelvan sus dudas. Que para eso son empleados del Club y han sobrevivido, laboralmente, varios mandatos presidenciales. Pues si a la primera no lo entienden, que se lo expliquen despacio y con la lógica de un “diligente padre de familia” (tanto ingreso, tanto gasto) y no con la de los supuestamente mejor preparados mandatarios del futbol (¿cuánto hay que engordar las cifras de un fichaje, para que haya dinero para todos?).

Pero con la urgente tramitación del Decreto que modificaba el Ordenamiento Jurídico Deportivo General, para salir de un supuesto embrollo individual, se impidió la entrada de aire puro y limpio a la gestión temporal, solo tres meses, de Osasuna. Garantizándose el Gobierno de Navarra un interlocutor “razonable”, que mirando por su futuro, laboral el perdedor o presidencial el ganador, no haga, o al menos no en público, las preguntas que tanto los Osasunistas, como el resto de contribuyentes navarros, venimos tiempo haciéndonos: ¿Quiénes son los responsables, Presidentes, Directivos, Gerentes, Consejeros, Directores Generales, de la situación económica del C.A. Osasuna, de sus deudas, de sus trampas, de sus impagos a Hacienda? ¿Existen responsabilidades penales, políticas, deportivas o económicas de su más que evidente mala gestión del patrimonio de Osasuna y del dinero de todos los navarros?

Cumplido el objetivo del Decreto: que la basura que hay bajos las alfombras de los despachos de Osasuna y de la Hacienda Foral se quede ahí escondida; al menos cabría esperar que los Socios Compromisarios eligieran una Gestora con vocación de “gestionar” lo necesario hasta la llegada de un nuevo Presidente, tras un neutral proceso electoral. Pero por el contrario, desechando con cierta lógica al “empleado”, al que andaba por allí cuando todo ocurría (La Fundación ha jugado un papel muy importante a la hora de edulcorar las cuentas de Osasuna, asumiendo como suyas deudas que no le pertenecían, creo recordar Sr. Maquirriain), eligieron al “candidato a Presidente”. Quedando en cuestión toda su actual “gestión”, mientras no confirme que ni él ni ningún otro componente de su equipo se va a presentar a las elecciones que pasado el verano de tienen que organizar. De lo contrario, MAL, MUY MAL. Sr. Zabaleta ya está tardando…

POST DATA: Desechado el sistema más democrático de la selección por sorteo de nuestros dirigentes y finalizado el periodo Imperial, con la caída de Osasuna a Segunda, que no debemos perder de vista que hay infierno más abajo, es hora de poner fin a nuestro sistema aristocrático de la Asamblea de Compromisarios, testigo cómplice y silencioso en la mayoría de sus miembros con todo lo ocurrido, con la consiguiente profunda democratización de los actuales Estatutos del C. A. Osasuna, más urgente si cabe que la elección del futuro entrenador del primer equipo.

 

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